Querido Santa Claus...

Primero perdona que no te llame Papá Noel, pero es que sabes que me va lo exótico. Mi nombre es Elisabet, y vivo en un pueblecito llamado Blanes, en Gerona. Tengo 22 años y debes recordarme por esas Navidades llenas de carbón debido a mi mal comportamiento. Pues verás, he cambiado. Sí sí... Sé que te estarás riendo pensando que es imposible... Pues no lo es. He cambiado pero... a peor. Y ahora sabrás porque...

Aún vivo en casa de mis padres debido a unos señores que se pelean a diario para ver quien saca más dinero vendiendo pisos que casi nadie puede comprar. Además mi sueldo no me permite irme ya que, como bien sabrás, me licencié en Periodismo, pero nadie quiere a recién licenciados sin experiencia, así que sigo en el paro. Encima, quería irme éstas vacaciones a América, pero la compañía que contraté, una tal Air Madrid, dice que de ahí no sale nadie... Pero van vendiendo billetes. Y para el colmo, mis padres están cansados de tener a un parásito en casa. Lista y espavilada, sí, pero al fin y al cabo, mi estatus es equiparable al de aquel perrito que me trajiste cuando cumplí los 6 años. El único año sin carbón creo...

Y es por esa razón por la que, entre elevadas dosis de vergüenza, me gustaría que los 1000 € que te gastas cada año en traerme carbón, me los dieras en metálico. Seguramente comprenderás mis razones, pero léelas con atención, mi querido Santa Claus...

Podría pedirte dinero para apadrinar niños, donar algún que otro euro a ONG's... Pero como esto lo hacen mis padres, a mi me toca reservarlo para cuando me toque la lotería... Entonces salvaré a la humanidad del terrible pozo en el que ha caído. Yo... Con esos 1000€ tendría la solución a todos mis problemas. Con ese dinero lo que haría es COMPRARME ROOOOPAAA!! MUUUUCHAAA ROOOPAAA!! De esa cara y pija que tú y yo sabemos, JiJiJi!! De esa manera, mi apariencia cambiaría y, porque negarlo, mi autoestima subiría por las nubes. Entonces podría afrontar con dignidad y buena presencia una súper entrevista de trabajo que aún sin experiencia... acabaría siendo de sobresaliente, no como mis notas (esto último no debí ponerlo). Terminaría por destacar y, como consecuencia, pasaría a trabajar para un gran medio de comunicación en el que me convertiría en una mega estrella y además millonaria. Entonces, esos señores que se pelean a diario por vender pisos a más alto precio, discutirían entre si para venderme a mí el mejor. Y cuando sea rica... seré yo quien te ayude cada Navidad a repartir miles y miles de regalos a todos los niños y... no tan niños!!

Por otra parte, mis padres descansarían tranquilos, mi perro ocuparía un lugar destacado en casa, y yo viviría felizmente gracias a mi Santa Claus que me ayudó en aquella Navidad de 2006.

Se despide de ti esa niña que ha crecido pero no ha perdido la ilusión. Un besito a los renos y otro a tu esposa, la Sra. Merry Christmas.


P.D.: Mamá dice que ese dinero me lo deberías dar para que un médico me sacara los pajaritos que tengo en la cabeza... Pero no le hagas caso... Es una envidiosaaaaaa :p

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