Con El Dichoso Calor... ¡¡¡Me Despido!!!

Hoy es el último martes que me dirijo desde el piso que comparto, a la universidad. Iba con la mente en blanco, esperando saber alguna nueva nota. No hay novedades. Y… ¿ahora qué? ¿Para el piso otra vez? Ya que estamos escribiré un rato, pensé.

He intentado concentrar mi mente en la pantalla, olvidarme de las continuas conversaciones que oigo en los veinte ordenadores que hay en esta sala. Pero mis ojos se desvían hacia la puerta cada vez que entra alguien distinto. A los demás, los tengo más que vistos ya. Intento olvidarme de nuevo, pero tampoco puedo. Esta vez, unas voces, más altas que otras, me impiden concentrarme en algo que tengo ganas de escribir, algo que debería de haber publicado durante hace mucho tiempo, pero que siempre he ido dejando de lado.

Hoy, aquello que me impide teclear mis guardados pensamientos, no es tan sólo la intención de retrasarlo una vez más, ni el murmullo de la gente que cada vez oigo más cerca. Ni las nuevas caras que entran constantemente en la sala. Ni esa mariposa blanca que ahora acabo de ver de reojo alzar el vuelo mientras intentaba no entretenerme una vez más. Noooooo. El culpable de que mi mente no esté donde debería de estar; es decir, con los ojos clavados en la pantalla del monitor, y mis pensamientos surcando entre la realidad y el deseo de ser plasmados en esta especie de diario virtual, no es otro que el calorrrrrrrrr.

Sí, puede que sea una tontería, pero me agobia. Se cuela entre los poros de mi piel, aportándome un cansancio inhumano. Penetra por el lado más vital y activo que hay en mí, y lo anula. Se mezcla con el aire, provocando que respire calor, y calor, y más calor. Y se filtra por las rejillas que dejan abiertas mis pensamientos, y los oprimen. Sí. Los anula. Los deja de lado. Me impide inspirarme. Concentrarme. Y yo, sin eso, no puedo escribir. Así que, seguramente, puede que sea esa la razón por la que este verano mi tablón digital esté algo abandonado. Cuando esa inmensa fiera a la que le deseo una larga vida y que ayuda a tostar mi piel (mmmm… Con lo morenita que ahora estoy) me deje respirar con normalidad, volveré. Cuando esa bola ardiente deje un poco de aire en mi vida, me concentraré de nuevo, volveré a ser yo.

De mientras aprovecharé para ir a la terraza de mi casa, a la piscina, a los parques acuáticos, a la playa… e intentaré esconderme de un horno gigante que me aprisiona y me marea.

Llegó el verano. Y con él las insolaciones, las quemaduras de piel, los mareos, los trozos de tela llamados ropa pero que yo definiría de cinturón… Pero también la playa, los bikinis, esas noches de fiesta y alcohol sin necesidad de madrugar… Buuuff!! Qué recuerdos… Yo me voy yendo, que creo que hay muchas cosas que me esperan ahí fuera ;p

Me despido con un hasta septiembre! Y os deseo que disfrutéis tanto del verano como pienso hacerlo yo ;) Os echaré de menos, ya lo creo…!!!

Besos a todos!!


* P.D.: La última foto es de Blanes, mi pueblo... Así que, si queréis haceros una idea de como va a se mi veranito, hacer click ¡ ¡ ¡ A Q U Í ! ! ! o encima de la última foto para ver fotos de Blanes ;) Las saqué de una Web de un fotógrafo genial.


P.D.2: Si os apetece ir, estáis invitados :p

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