Días Que No Tendrían Que Haber Existido...

A veces tengo la sensación de que determinados días no tendrían que haber existido. Y hoy es uno de ellos.
Me miro a mí misma y ni siquiera me reconozco. Mis ojos se pierden fijamente tras la ventana de un tren que dibuja un mar tranquilo. Y al ver esa calma azulada, mi mirada busca más respuestas a mi vida preguntando a un horizonte que nunca llega.
Estoy huyendo hacia ningún lugar. En el fondo es eso. Y lo que más me desconcierta es que hace mucho que lo sé.
Llevo tiempo dándole vueltas a lo mismo; es decir, a nada en concreto. Es como si pretendiera encontrar un sentido a mi vida; un sentido que ni yo misma logro adivinar.
[Pulsa Para Seguir Leyendo...]

1 comentario:

@Igna-Nachodenoche dijo...

He pasado por esas etapas, y efectivamente el mar sigue con su magnífica esencia.
Un abrazo.