Stop


El paso del tiempo deja huellas imborrables. Y momentos perdidos. Sueños robados. Logros olvidados. Aspiraciones frustradas.
El tiempo olvida y, a su vez, selecciona sutilmente los recuerdos. El tiempo enseña a aprender de los errores. Y obliga a no repetir los fracasos. Si más no, se sirve de ellos para evitar esas sensaciones embarazosas que hemos sentido todos alguna vez.
El tiempo es un compañero de viaje. Nos acompaña a nuestro último destino, y sin detenerse sigue su andanza. El tiempo se pierde en líneas superfluas que evitan nombrarlo en exceso por miedo a las reprimendas. El tiempo se pierde tras paisajes azulados, tras montes y prados, tras la fina línea del horizonte que con su anaranjado particular denota el fin de un nuevo día. Y él, el de siempre, sale victorioso. Su rutina se pierde tras el fin de un nuevo día. Y mientras, él deja que soñemos con momentos eternos, pero en su mundo paralelo, el de lo real, sigue avanzando en las manillas del reloj. Y tras cada suspiro, un nuevo segundo se evapora. Y otro. Y otro más.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

chapeau! o como se dice en mi pais, "chapó".

Anónimo dijo...

hola mi nombre es nancy soy de tijuana, mx.Felicidades!!! sigue estudiando, que tengas mucha suerte. te digo felicidades ya que lo que escribiste es muy lindo..bye

cuidate mucho

este es mi correo..cuando tengas tiempo escribe
nrh_nina@hotmail.com

Paolo Alonso Mohandas dijo...

El tiempo va en contra ,el viento te empuja hacia el fin...