Legalización homosexual

PP y aburrimiento homosexual

Ya cansan. Perder el poder parece haberles sentado como una jarra de agua fría, como si de síntoma de debilidad se tratase. Suele pasar. A mi parecer no hay partido que denote tranquilidad absoluta ni un conjunto de cambios positivos para todos, pero sí… Hemos pasado a una más amplia democracia. Ahora se habla, se escucha, se deja margen a la oposición, y se actúa. Aún así, ellos siguen estando presentes. Se oye más a la oposición que a los que gobiernan. Y es que tanto aburrimiento puede terminar sentando mal. La necesidad de estar presentes, de mostrarse más fuertes de lo que en realidad son… todo esto acaba actuando como contrapartida a cada proyecto por el que el gobierno decide apostar. Y, es que, haciendo oídos sordos a los mismos quienes pidieron no intervenir en determinado conflicto bélico, siguen queriendo estar en el candelero. Haciendo más mal que bien. Así son ellos…

Claro está que hay quien puede mostrarse a favor o en contra de la homosexualidad (a esto último le atribuiría mejor el término “homofobia”). Sea cual sea la posición de cada uno, todos terminan haciendo referencia a la Constitución, donde cada uno le encuentra sentido, donde todos entienden lo que quieren entender, en el sentido más amplio de la palabra. Desde artículos como “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.” [Capítulo II, Artículo 14], hasta artículos como “El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica.” [Artículo 32.1], según donde nos dirijamos encontraremos puntos que denoten posturas de uno u otro bando. Pero a mi parecer no se trata tanto de arremeterse a la Norma Madre para darse cuenta de que la sociedad evoluciona. Si por algo se caracteriza el ser humano es por evolucionar. El mundo está, a manos de los hombres, en constante evolución. Todos cambiamos. Y el caso de legalizar las bodas homosexuales no se trata de otra cosa que de aceptar dichos cambios.

Hay quien lo aceptará y quien no, pero eso sucede día tras día con miles de cuestiones que a nadie nunca se le ocurrirá poner encima de la mesa. Lo que ha hecho el PSOE no es otra cosa que adaptar una nueva realidad que emerge constantemente, y que antes no podía hacer debido a quienes regentaban el poder, queriendo mostrar sólo una realidad: la suya. Por eso decía anteriormente que ahora se habla, se escucha, se deja margen a la oposición, y se actúa. ¿Qué la Iglesia se muestra en contra? Nos encontramos ante un estado declarado laico, en el que la Iglesia no es un poder determinante a la hora de tomar decisiones de Estado. Sí que lo son los miles de españoles que forman parte de España, los mismos a quienes no se escuchó en el anterior mandato, y los mismos a los que ahora se intenta satisfacer abriendo un nuevo abanico de posibilidades. Y ya no hablo de la homosexualidad en sí, sino de la sociedad. Que cada uno sea libre de la manera que sea. Exceptuando los terroristas de Estado que aún andan sueltos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eli, m'agraden molt les fotos que poses en tots els teus reportatges, escrits, cròniques....
Molt bon gust!