Todo y nada (por hacer)

Ella lo sabía... Creo que yo también. O quizá era al revés. No lo recuerdo con exactitud, pero desde aquel día no volví a ser la misma. Ni siquiera me miró. Talvez sí que lo hacía, y era yo quien no miraba por temor a que no estuviera mirando. Sentía confusión. Ganas de decírselo y, a la vez, un miedo inexplicable que se apoderaba de mí a cada segundo con más intensidad. Terminé por no hacerlo. No le dije nada. Se fue. Pero se quedó en mí.
[Continúa...]

2 comentarios:

Vico dijo...

Me ha gustado mucho más que mucho este post!

Anónimo dijo...

Oleee! Gracias por el post q t pdí jejeje. La vrdd s q t inspiraste e? ya sabs+d mí q yo mism. y x star ahí smpre :* asias de nuevo wapixima. Ns vms :***